Cuando ya nadie haya
Que será de esta alma en fuga
Se repartirá por cada muro del recuerdo
Se buscará en el fondo de las cosas
Se unirá a los rastrojos del tiempo
Se esfumaran sus miembros en la sombra de un después
Redescubrirá las calles
Con ellas, las construcciones…
Con ellas los cuadros…
Con ellos, los seres queridos
Con ellos, la idea de un refugio
Y con él, la ilusión
Se volcará en sus pasos
Y no mirará
Pues hay imágenes para el olvido
Abrirá sus desgastadas manos
Y no encontrará más que caricias pasajeras, mal habidas
La razón le golpeará sus frentes
El cansancio se ahondará en sus entrañas
Su sangre se detendrá y buscará un nuevo sentido
Se nombrará y saldrán a su encuentro ecos ensangrentados
de una nonata existencia
La culpa será su consejera
Como un reloj augurando lo que nunca se atrevió a hacer
La lluvia mojará su rostro
y ya no le agradará
lunes, 1 de septiembre de 2008
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