miércoles, 10 de septiembre de 2008

Aires Dieciocheros.




Es inevitable salir a las calles y que el olor al asado le dé la bienvenida. El viento poniente te acaricia las mejillas hasta tapín 6 de la tarde, porque después se le olvida, y nos sorprende con una lluvia mal acogida, no dejando ir al invierno para dar paso al florecimiento primaveral esperado …a pesar que los aromos con sus colores pasteles son los primeros en anunciarlo. Y es que ha llegado Septiembre…

Con él percibes que las personas anónimas con las que compartes las calles se ven más felices - considerando que los santiaguinos andamos grises por la vida, como si hubiésemos nacido con una nube negra en vez de una marraqueta - ¿será que son varios días feriados? Por lo que puedes descansar a mansalva?. Creó que no, muy por el contrario. Todo el ajetreo que significa hacer la típicas empanadas y dar la recepción a todos los comensales que llegan a la casa, termina siendo una jornada laboral más y peor si se le considera que no tiene remuneración alguna, económicamente hablando (pero , tampoco nos pongamos webones!!!)

Así mismo la inversión en chicha, vinos varios- esos que dicen que son característicos de este terruño - más los arreglados de chirimoya con plátano que hace un tío e hizo bailar cueca a mi difunta abuela, a sus 96 años de vida, no dejan de ser menor. Pues el 18 es la única fecha legal en la que puedes emborracharte hasta el punto de olvidar tu nombre y los pacos no te hincharan las bolas (claro, porque ellos aunque lo nieguen, también hadan enfiestados - a lo Canitró - por las convulsionadas veredas capitalinas)

Salir en la noche en busca de alguna ramada que se ajuste a tu bolsillo perro no es difícil, existen una variedad inmensa hasta cayendo en el punto de lo aberrante – como mierda inventan una fiesta dieciochera, “Especial Blondie”, (sin ánimo de herir sensibilidades, pero alguien me podría explicar eso?)...Ves desfilar a lo largo de las noches a jóvenes, niños y ancianos, pues tampoco hay discriminación etérea para esta fecha…todos disfrutan de las cadenciosas melodías del baile “nacional” y del tatareo de sus letras picarescas…

Sin embargo, Septiembre es más que eso… sabes que al salir te estarán esperando una jauría de volantines luchando por el dominio de los cielos, los mismos que en tu infancia te hacían correr cuadras y cuadras cargando un palo, sin saber de semáforos, de automóviles, ni mucho menos de leyes del tránsito… tan solo con el afán de poseer aquel trofeo de destreza y perseverancia, sin importar que de él, solo conservaras sus palillos. Te subías al techo de tu casa para contemplar tardes enteras la contienda entre cometas y ñeclas, volantines o pavos, daba lo mismo…solo era el placer de cargar con el carrete en tus manos y sentir que las alturas te pertenecían. Nuestras madres por otro lado, cada vez que veían llegar estas fechas, nos amenazan con no llevarnos en familia a celebrar al cerro Colina… si rompíamos las planchas y fonolas del techo…

Ves el danzar imponentes de sus indelebles cuerpos sobre los aires, manejados por niños y niñas, que una vez llegados del colegio, las calles los espera. Sus rostros emocionados me evocan las reuniones en la casa de un tío que vivía al frente de mi casa. Mi tío Jhonny,el cual, tenía fama de curar hilo, como parte de un ritual anual. Congregaba a todos sus amigos del pasaje a beber cerveza, mientras él manifestaba todo su desplante con su técnica. Pero como no iba de tener tal fama su hilo, si era Invencible - decíamos nosotros ingenuamente cuando niños.

Te preguntas ¿qué significa en lo más hondo de tu ser las “fiestas patrias”? , sin caer en nacionalismos y en las ideologías de los que gobiernan este puñetero país… podría responder con cariño, que simplemente es ver la unión de personas - en sus diferentes manifestaciones - pero es Unión. Es ser conscientes de las tradiciones y costumbres que marcan tu diario vivir, compartir espacios y aprender de ellos. Es esa sabiduría que te entrega el fogón mientras preparas un rico pebre, para cucharearlo con sopaipillas o un pan amasado hecho por las generosas manos de tus tías… Comprender que tomar un pigüelo, es más que un pigüelo, sino un nexo para seguir estrechando lazos con la gente que estimas, para explayarte, quererlos más o terminar odiándolos, pero con la certeza que terminaran cocidos como piojos, abrazados e inventando motivos para segir diciendo... Salud Mierda!!!

No hay comentarios: