sábado, 4 de octubre de 2008

Una CuequiadaTarde !!!

Contaba los minutos para salir del trabajo, en casa me esperaba una larguísima lectura, sin embargo, tenía que pasar primero a casa de una amiga a devolverle unas monedas que me había prestado días antes, un poco desganada por que las necesitaba nuevamente. Al golpear es ella que me sale al encuentro nos abrazamos fraternalmente, como de costumbre, estaba lavando la ropa sucia amontonada por una semana convulsionada por lo que estaba la casa patas pa ´rriba. Conversamos escuetamente ya que mi ida era inminente, en eso recibe un llamado de un amigo en común, invitándola a ver a los Trukeros, un grupo de cueca brava de renombre y al cual no conocía…nuestra respuesta fue espontanea…si!!!! Total lo demás podía esperar unas horas más…

Nos juntamos en el metro salvador, un lugar donde el pelillo capitalino cambia radicalmente, y donde la puntualidad fue como nunca decisiva, nos fumamos el cigarrillo correspondiente antes de entrar al gran evento gran. Como anfitriona de ceremonia se encontraba una amiga de años a la cual no veía hace rato, una grata sorpresa como para iniciar el vamos de la tarde cuequera que nos esperaba.

Sentados en nuestros asientos , en primera fila obvio, para no permitirnos dejar pasar ningún detalle…esperamos impacientemente a los músicos mientras veíamos un documental en homenaje a tan distinguido “baile nacional”…una vez subidos los músicos al escenario empezó la fiesta , mierda!!!

El primer acorde vino acompañado de la invitación a tomarse el escenario y gastar las tablas de tanto zapateo, no terminada la frase la actitud de las espectadores fue inmediata… cuatro parejas sin ningún pudor se empoderaron del escenario. Toda la choreza se manifestó en cada movimiento de pañuelo, no importaba si lo hacías bien, lo relevante era que lo sintieras y sus sonrisas lo dejaban en claro…en esa misma dinámica pasaron más de una hora de jolgorio.

Con Luciano nos mirábamos, pero ninguno de los dos se atrevía a verbalizar la vergüenza que nos daba subirnos a bailar, sin embrago, nuestros pies no dejaban de seguir la melodía, pedían a grito distenderse…llego un momento que me vi con una sonrisa en mis labios, eterna, cariñosa, integra, que me llevo a cuestionar cuan cobarde se podía llegar a ser para con las cosas que nos obsesionan, mientras mis ojos no le quitaban la vista a un caballero que se la había bailado toda…

Me dije que más da, ¿qué es lo peor que puede pasar (aparte de un No)? …Pedí un pañuelo prestado y fui a invitarlo a bailar, más que mal mi amigo no se atrevería por más persuasión que hubiera utilizado…Don Mario se llamaba, me tomo del brazo y nos subimos al escenario. Arriba le comente que no sabía muy bien, que él tenía que enseñarme (a modo de amenizar el encuentro)…Él sin ningún pelo en la lengua me dijo “La cueca se siente mijata no se preocupe como le salga…báilela simplemente” que palabras más certeras y humildes había escuchado!!!

Después de haber bailado tres pies de cueca seguido, no había quien me bajara…comprendí ahí que el escenario se había prolongado a todos y cada uno de los rincones de la sala, la gente se había empoderado del lugar y las sillas donde una vez sentados habíamos sido meros espectadores, ahora estorbaban y fueron corridas para dar más espacio a la cancha.

Terminado el evento, luego de dos horas y media ininterrumpidas, salimos los tres hiper-excitados, transpirados a morir. Afuera nos esperaba una refrescante lluvia, a modo de equilibrar todo el calor vivido con esas personas, sobre esas tablas, que habian tenido solo como cómplice…La Cueca

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